Así quiere conseguir China ser la primera potencia en energía nuclear antes de 2030
Wang Dazhong subió casi a la carrera las escaleras
del escenario del auditorio principal que hay en el Gran Palacio del Pueblo, al
oeste de la Plaza de Tiananmen, donde la élite política de China se reúne
anualmente para decidir el rumbo del gigante asiático. Allí lo esperaba el
presidente Xi Jinping para entregarle el Premio Estatal de Ciencia y
Tecnología, el galardón nacional más importante en el campo científico, a lo
que había que sumar un cheque por valor de ocho millones de yuanes (un millón
de euros).
Wang (86 años) sonrió para la fotografía junto a Xi
mientras en la retransmisión del evento, el comentarista presentaba al premiado
como un reputado científico de energía nuclear que diseñó y construyó el
reactor nuclear más caliente del mundo, que podría generar electricidad con una
eficiencia sin precedentes.
En la década de los años 80, cuando Wang comenzó a
construir el primer reactor nuclear ultraseguro del mundo, que podía apagarse
automáticamente después de un corte de energía, la tecnología nuclear de China
aún estaba décadas por detrás de la de los países occidentales. "Ahora,
como líder en exploración de energía, China está abriendo un camino en un mundo
donde las principales potencias nucleares han abandonado en gran medida la
búsqueda de la energía nuclear", dijo Wang tras recibir el premio.
El futuro de la segunda gran economía mundial pasa
por la energía nuclear. Esta semana, la Comisión Nacional de Reforma y
Desarrollo (CNRD), el principal órgano de planificación económica del país,
publicó sus objetivos de expansión de energía nuclear: pasar de una capacidad
actual instalada de 49,89 millones de kilovatios a 70 millones de kilovatios en
2025.
"China debería promover la implementación de
proyectos nucleares en su costa, además de mantener un ritmo de construcción
razonable. Recomendamos el uso de la energía nuclear en campos como la
calefacción limpia, la calefacción industrial y la desalinización del
agua", reza el informe presentado por la CNRD.
Detrás de esta nueva política está la promesa medioambiental
de Xi Jinping de que China alcanzará un pico en las emisiones de dióxido de
carbono antes de 2030 y la neutralidad de carbono antes de 2060. Los líderes
chinos también han discutido estos últimos meses una reducción del 1,8% en el
uso promedio de carbón, su principal fuente de energía, para la electricidad
durante los próximos cinco años.
Unos objetivos que para cumplirlos hay que seguir
con el plan nuclear de Xi: construir durante la próxima década 150 nuevas
centrales nucleares, más de lo que el resto del mundo ha construido en los
últimos 35 años. Un esfuerzo con un coste cifrado en 440.000 millones de
dólares en un país en el que, ahora mismo, la energía nuclear proporciona sólo
el 2% de toda la energía eléctrica.
"China tiene actualmente 51 reactores en
operación, 18 en construcción, 37 planeados (7 de ellos han comenzarán a
construirse este año) y un total de 168 reactores propuestos. Con unos tiempos
de construcción rondando los cinco años, es fácil predecir que a finales de
esta década China será el país con mayor producción nuclear del mundo,
superando con creces a Francia y a Estados Unidos, con 56 y 93 reactores
respectivamente", explica el ingeniero Alfredo García, divulgador
científico y operador nuclear en un reactor en la planta de Ascó, en Tarragona.
"China también está demostrando que cuando se
dispone de experiencia en la construcción, tanto los plazos como los
presupuestos se cumplen. Para criticar la lenta implementación de la energía
nuclear, se suelen citar dos o tres reactores de nueva construcción en Europa,
omitiendo que, en el resto del mundo, tanto Rusia como China o Corea del Sur
construyen reactores según lo previsto", continúa García.
"La energía nuclear es la opción estratégica
más práctica para hacer frente al cambio climático global, y China es una de
las pocas naciones que ha establecido un sistema completo de industria nuclear
y una cadena de industria de energía nuclear", responden por email desde
China National Nuclear Corp (CNNC), el operador que hace un par de meses
celebró los 30 años de vida de la planta de energía nuclear de Qinshan, la
primera construida en el país asiático. "Esta planta ha generado
electricidad que excede los 690.000 millones de kilovatios hora. Ayudó a
reducir las emisiones de dióxido de carbono de 632 millones de toneladas",
explican.
Para 2030, según sus previsiones, la proporción del
consumo de energía no fósil será de alrededor del 25%, y las emisiones de
dióxido de carbono por unidad de PIB se reducirán en más del 65% en comparación
con el nivel registrado en 2005. Para alcanzar ese objetivo, la CNNC se
comprometió a desarrollar la energía nuclear de manera ordenada.
"China está diversificando su apuesta nuclear,
tanto en el diseño de los reactores que instala, como en el tipo de tecnologías.
Por una parte, está instalando reactores de III Generación, con todos los
estándares internacionales, con el diseño AP1000 de Westinghouse, el EPR de
Framatome y el Hualong One autóctono. Al mismo tiempo, está apostando por
nuevas tecnologías de reactores de IV Generación, capaces de reciclar
combustible usado o de utilizar torio en lugar de uranio como combustible,
mucho más abundante que este último", explica Alfredo García.
"Finalmente, está apostando fuertemente por la
fusión nuclear, en colaboración con el consorcio internacional ITER, pero
también con sus propios reactores experimentales, el primero ya en
funcionamiento. Sin duda, las grandes ventajas de China frente a otros países
son su enorme presupuesto y su gran capital humano, en forma de científicos,
ingenieros, técnicos y obreros", sentencia el experto.
A finales del año pasado, los medios chinos contaron
que Haiyang, una urbe en la provincia de Shandong, en el este de China, se
había convertido en la primera ciudad del país en estar completamente calentada
por energía nuclear. Más de 200.000 residentes recibieron en invierno
calefacción generada por energía nuclear. La Unidad de Energía Nuclear de
Haiyang 1, la unidad de cogeneración más grande del mundo, habría reemplazado
12 calderas de carbón, reduciendo la emisión de dióxido de carbono en 180.000
toneladas, humo en 691 toneladas, óxido de nitrógeno en 1.123 toneladas y
dióxido de azufre en 1.188 toneladas.
En un artículo publicado en la revista Journal of
Ordnance Equipment Engineering, el científico de ingeniería marina Kong Fanfu
exponía su novedoso proyecto sobre la primera central nuclear flotante de
China, de 60 megavatios, que se está construyendo para alimentar plataformas
petroleras e islas frente a la costa este de China, en el mar de Bohai, donde
las aguas están relativamente tranquilas.
Kong cuenta que la central resistirá "eventos
climáticos extremos" y que podría seguir produciendo electricidad en medio
de un huracán. En sus pruebas, los investigadores aumentaron la velocidad del
viento artificial en más del 50% y agregaron otras condiciones de tormenta,
incluidas olas extremadamente altas y fuertes corrientes subterráneas. Este
reactor flotante de 30.000 toneladas se completará en otoño y será el primero
de una flota que China planea construir en una vasta área que se extiende desde
su costa este hasta el disputado Mar del Sur de China.
Otro proyecto presentado hace poco fue el diseño de
un reactor nuclear que se espera que sea el primero en el mundo que no necesita
agua para enfriarse, lo que permite que los sistemas se construyan en regiones
desérticas remotas para proporcionar energía en zonas densamente pobladas.
Podría estar listo para 2030.
En la revista china Nuclear Techniques, los
investigadores del Instituto de Física Aplicada de Shanghai explicaron que este
reactor de sal fundida, que funciona con torio líquido en lugar de uranio,
también debería ser más seguro que los tradicionales porque, en caso de una
fuga, el torio fundido se enfriaría y solidificaría rápidamente, dispersando
menos radiación en el medio ambiente. El reactor podría generar hasta 100MW,
menos que un reactor de uranio, pero suficiente para alimentar una zona
residencial con 100.000 habitantes.
https://www.elmundo.es/ciencia-y-salud/medio-ambiente/2022/04/06/62418b3a21efa028208b45db.html
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