Fusión nuclear, la energía del futuro
En el último par de meses, la fusión nuclear está en boca de todos. En enero, científicos e ingenieros en China lograron que uno de sus reactores llegara a una temperatura 5 veces más caliente que el Sol por 1.056 segundos. A comienzos de febrero, el reactor europeo Jet rompió un récord de más de 2 décadas al llegar a producir 59 megajoules de energía. Hace apenas una semana, DeepMind de Google fue entrenada para manejar el plasma que produce la fusión nuclear.
La fusión nuclear representa uno de los tipos de
energía más eficientes y limpios del universo. Por décadas, investigadores han
querido crear un reactor de fusión nuclear estable. Aunque todavía no existe,
lo cierto es que gracias a estos avances recientes la fusión nuclear está más
cerca que antes. Sin embargo, para entender bien las implicaciones de este tipo
de energía, es necesario entender mejor los tipos de energía nuclear.
Cuando pensamos en un reactor nuclear, la mente
seguramente nos lleva a imágenes del icónico diseño que series como los ‘Los
Simpson’ han popularizado. Otras personas tal vez piensen también en algunos de
los desastres más nombrados, como el de Chernóbil, en Ucrania, o más
recientemente el de Fukushima, en Japón.
Peso a esto, el reactor nuclear más popular de todos
es uno que sentimos y vemos casi todos los días: nuestro Sol. La estrella de
nuestro Sistema Solar es un ejemplo de los reactores nucleares naturales más
eficientes, potentes y devastadores en todo el cosmos. Desde hace décadas,
investigadores e inversionistas han buscado la forma para atrapar esta energía
solar y convertirla en electricidad para nuestras ciudades.
Otros científicos, sin embargo, buscan no solamente
atrapar esta energía, sino crearla acá mismo en la Tierra.
Dos tipos de
energía nuclear
Cuando hablamos de energía nuclear, muy seguramente
vengan a la mente imágenes como las bombas o desastres nucleares. Los cimientos
de la energía nuclear están en aprovechar la energía de los átomos, y cuando
pensamos en bombas nucleares no estamos entendiendo el panorama completo. La
energía nuclear existe de dos formas principales: la fisión y la fusión
nuclear.
“Fisionar es el procedo de dividir. Fusionar es el
proceso de unir”, explica Diego Alejandro Torres, doctor de Física y profesor
del departamento de Física de la Universidad Nacional. Cuando hablamos de
fisión nuclear nos referimos al proceso de separar átomos, mientras que la
fusión se entiende como la combinación de átomos.
Torres explica que el proceso más conocido es el de
la fisión, que fue el que les dio energía a las bombas nucleares y que ha
estado en el centro de los desastres nucleares de Chernóbil y Fukushima; pero
«también es uno de los procesos más eficientes y limpios para la producción de
energía eléctrica», afirma.
En palabras sencillas, la fisión nuclear se basa en
tomar un átomo pesado –como uranio o plutonio– y bombardearlo con neutrones.
Estos neutrones separan –o fisionan– los átomos del elemento, produciendo calor
en el proceso y creando nuevos neutrones. Los nuevos neutrones, a su vez, bombardean
otros átomos y así se crea una reacción en cadena. El calor producido en la
reacción es utilizado para evaporar agua y crear, por supuesto, el vapor que
les da potencia a turbinas que producen electricidad.
Pese a ser un proceso muy eficiente para crear
energía, las reacciones en cadena de los átomos que son separados es en últimas
gran parte del riesgo que presenta. Debido a esto, muchos reactores implementan
barras de control fabricadas con elementos como boro y cadmio que absorben
neutrones sin ser fisionados y detienen la reacción en cadena.
Creando la
energía de las estrellas
Al otro lado del espectro encontramos a la fusión
nuclear. Como su nombre lo indica, este tipo de energía está basada en la
fusión (unión) de los componentes del átomo. Dos isótopos con una masa baja,
como los del hidrógeno, son capaces de ser unidos durante condiciones de
extrema presión y temperatura. Este proceso genera una increíble cantidad de
energía. “Fusionamos los núcleos y liberamos energía que es de 7.000 a millones
de veces más de la que se libera en el proceso de fisión nuclear”, dice Torres.
El proceso de fusión es justamente el que se produce
en las estrellas del universo para crear calor y luz. Nuestro Sol fusiona
constantemente núcleos de hidrógeno para crear helio, calor y luz que llegan a
nuestro planeta todos los días. Se estima que el núcleo del Sol fusiona
alrededor de 500 millones de toneladas de hidrógeno cada segundo, e incluso con
esa potencia, todavía tiene suficiente combustible para consumir por otros
10.000 millones de años.
La fusión nuclear ha estado siendo estudiada desde
principios del siglo XX, muy parecido al desarrollo que ha tenido la fisión
nuclear. Sin embargo, pese a que la humanidad ha podido controlar y cosechar
los beneficios de la fisión nuclear, la fusión nuclear se ha convertido en uno
de los desarrollos más difíciles de lograr.
“La razón principal es la temperatura”, explica
Diego Alejandro Torres. La humanidad ha encontrado la forma para acelerar y
fusionar partículas gracias a la aplicación de imanes gigantes, pero la
temperatura que producen este tipo de reacciones es tan elevada que hasta el
momento no ha podido ser controlada efectivamente. En el Sol, el plasma que
produce la fusión es atrapado gracias a la gravedad y densidad tan extrema que
tiene. Recordemos que el Sol tiene una gravedad equivalente a 30 veces la de la
Tierra.
Acá en la Tierra, entonces, la tarea es más difícil
debido a que no contamos con la ventaja de la gravedad y los científicos deben
encontrar la forma para contener y controlar el plasma. La situación es incluso
más precaria cuando agregamos que no solo debe ser controlada, sino que debe
provenir de una fuente constante: “Necesitamos que dure horas, días, meses,
años”, dice Torres.
Mientras que en la fisión nuclear la reacción en
cadena es relativamente simple de activar y mantener por largos periodos de
tiempo, en la fusión esta reacción es una meta altamente compleja y que
requiere infraestructura que hasta el momento no existe como algo viable
económicamente. Así mismo, la meta es también que la fusión genere más energía
y calor del requerido para activar la reacción, un proceso que hasta el momento
ningún reactor ha logrado.
El Santo Grial
de la energía del futuro
En un mundo que necesita cada vez más energías
alternativas a los combustibles fósiles, la energía nuclear se ha convertido en
uno de los puntos de mayor investigación. La fisión nuclear tiene desventajas
como la producción de materiales y desechos altamente radioactivos, elementos
que están presentes en muy menor medida en la fusión nuclear, ya que su mayor
desecho es helio, un gas inerte.
Sin embargo, lo cierto es que hasta el momento la
fusión nuclear existe solamente en laboratorios privados o de proyectos
internacionales como Iter –International Thermonuclear Experimental Reactor–,
ubicado en Francia, pero en donde participan la Unión Europea y países como
Japón, Rusia, China y Estados Unidos.
Desde una mirada política, es difícil destinar
recursos a un tipo de energía que ha sido prometida por décadas, pero que desde
1940 no ha entregado un reactor que produzca más energía de la consumida. Pese
a esto, los científicos creen que el desarrollo de este tipo de tecnologías
será muy positivo para la sociedad en general y que el panorama cambiará positivamente
cuando un reactor pueda generar más energía de la que consume la fusión
nuclear.
Hoy más que nunca, los países del mundo necesitan
encontrar una solución verdadera a los combustibles fósiles. Si bien energías
como la solar, la hidráulica y la eólica representan el futuro, la
investigación en nuevas energías nucleares significa también un pilar
importante en la meta por llegar a ser una sociedad con cero emisiones. Más que
encontrar una sola energía, la meta de las bajas emisiones será más fácilmente
lograda si trabajamos con todas estas fuentes en conjunto.
“Los avances en energía son una tecnología
maravillosa. Cualquier avance en energía va a traer un avance en tecnología
para la sociedad, esto se ha visto a lo largo de la historia”, dice Torres.
Componentes como el carbón y el petróleo han servido para que la sociedad
avance hasta lo que conocemos hoy en día, pero controlar el poder de las
estrellas puede que se convierta en la joya de la corona de la humanidad del
futuro.
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